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Los eventos del 7 de marzo en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en la Finca San Antonio, aldea El Platanar, San José Pinula, conmovieron a todo el país y a la comunidad de Carretera a El Salvador.
Luego de una riña en el comedor del centro, un grupo de niñas, bajo la protección del Estado, acordaron escapar junto con jóvenes del sector de varones. 16 horas después, 48 varones y 56 niñas ya habían sido capturados y regresados al recinto, pero puestos en lugares separados por seguridad. Según consta en documentos, los cuidadores se negaban a atenderlos.
El 8 de marzo, muy temprano, se anunciaba la tragedia, 19 niñas habían muerto calcinadas y 22 más morirían en hospitales. Este evento desató la indignación de la comunidad, que se volcó en rechazo y muestras de solidaridad, que se vieron truncadas por la desconfianza que genera el Estado a partir de hechos similares.
Para comentar el suceso, la escritora, columnista, docente e investigadora guatemalteca, Carolina Escobar Sarti nos brinda su punto de vista.
¿Quiénes son los responsables de este tipo de tragedias?
En este país no se sabe cuidar a los niños y las niñas, y lo afirmo de manera general, incluso dentro de la familia. Sin embargo, este tipo de tragedias no es solo una cuestión de pobreza, sino de Estado. Guatemala ratificó el acuerdo de Derechos de la Niñez en 1989. A partir de esa fecha, los niños se convierten en Sujetos de Derecho: desde que nacen estamos obligados a tutelar sus derechos y velar por su bienestar. Hablamos de un crimen de Estado, y Estado somos todos.
¿Todos los niños sufren violencia, aun en el hogar?
Un porcentaje muy pequeño de guatemaltecos logra ver que los niños son seres humanos, y en los demás hogares se siguen los mismos patrones que antes de la ratificación del acuerdo. Hemos confundido el concepto de autoridad y se ha manejado el de autoritarismo. Los niños no tienen opinión, deben respeto a los padres y la violencia se ha normalizado porque los pequeños, supuestamente, deben obediencia total. De esa manera nunca aprenderán a ser críticos ni a pensar por sí mismos.
¿La muerte de estas niñas puede justificarse por estar en el Hogar Seguro?
Ninguna persona merece morir como murieron estas niñas, sin embargo, en sus primeras declaraciones, un exfuncionario dijo que en el lugar habían niños que estaban en conflicto con la ley. Pero no recuerda que, incluso esas niñas debían ser protegidas desde pequeñas con buena alimentación y educación, en contra de violaciones y violencias de todo tipo. En Casa Alianza pueden verse cientos de expedientes que relatan este tipo de violencia en niñas desde los 5 años, y dos de las chicas que murieron en el Hogar Seguro habían estado en nuestra institución.
¿Por qué se dan estas tragedias?
Esta es una tarea del Estado, en todas las profesiones como Derecho, Ciencia Política, Psicología y Administración, todos los profesionales deberíamos conocer las necesidades de la niñez y las consecuencias de no invertir en educación. Pero como los niños no votan, no se ven como Sujetos de Derecho ni le interesan a la élite profesional como ciudadanos.
¿Cómo puede contribuir el ciudadano a evitar más eventos así?
Se debe entender que la familia no es solo mamá, papá y tres hijos, la familia es un abuelito y tres nietos, un tío o dos amigos que crían responsablemente a los niños, con respeto y procurando su desarrollo, porque lo que interesa es que los pequeños crezcan conociendo sus derechos, sabiendo que pueden opinar, ser libres de estudiar y elegir sin que nadie los violente, no llamarles tontos ni obligarles a callar. Así lograremos cambiar a la sociedad, cambiar al Estado.
“Creemos que si no hemos actuado bien en la familia, no podemos corregir, pero los niños tienen una gran capacidad de resiliencia. Eso nos permite cambiar y encaminarnos a una nueva ética”. Carolina Escobar Sarti
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