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Ante el aumento de enfermedades relacionadas con una inadecuada alimentación y estilo de vida, se han logrado establecer estudios que buscan determinar qué patrones de alimentación se relacionan un menor o mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Por esta razón, la revisión científica del Comité Asesor para la elaboración de las Guías Alimentarias para la población americana, determinó que una alimentación saludable se asocia con un mejor estado de salud, un estado óptimo del cuerpo y una vida más larga.
En este estilo de alimentación saludable, el consumo regular de lácteos es fundamental. La leche se ha catalogado recientemente como un alimento complejo al estar compuesto por un conjunto de diferentes nutrientes que no actúan de forma aislada, sino que, por el contrario, interactúan entre sí, lo cual genera grandes beneficios en la salud de los consumidores.
Beneficio de los lácteos en la dieta
Más allá de sus beneficios en la salud ósea, la leche y los lácteos pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas. A través de su consumo, las personas pueden alcanzar las demandas nutricionales que el cuerpo necesita de calcio, magnesio, fósforo, proteínas de excelente calidad y péptidos bioactivos con efectos biológicos favorables a la salud.
Por otro lado, según diversos estudios, la grasa láctea tiene distintos efectos beneficiosos que pueden contribuir a una buena salud cardiovascular gracias a algunos de sus componentes naturales como el calcio, proteínas del suero y proteínas lácteas, así como ciertos ácidos grasos.
El consumo regular de lácteos, junto con otros alimentos saludables contribuye a optimizar la salud ósea y el peso corporal, y al mismo tiempo se asocia con menores niveles de presión arterial y menor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo II.
Sin duda alguna, los lácteos juegan un rol importante en la alimentación y nutrición de las personas, en todas las etapas de la vida.
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