Más allá de la ropa, la cuna, los pañales o el juguete, las madres, en cualquiera de sus etapas, deben pensar en cuidar su alimentación a favor de su sano desarrollo y el de sus hijos, y el consumo de leche de vaca es una excelente opción para cumplir con esta misión, nutriendo, dando y compartiendo su amor de madre.
No podemos terminar el mes de la Madre, sin recordar la importancia de la leche, ya sea en el embarazo, en la lactancia o durante el crecimiento de los bebés. El consumo de leche de vaca proporciona a las madres los nutrientes necesarios para desarrollar de manera saludable estas etapas.
Embarazo y lactancia.
La leche brinda el calcio, la vitamina D, el hierro, el ácido fólico y la proteína que las mujeres en periodo de gestación y lactancia tanto requieren. Según Francisco Herrera Morales, nutricionista de Dos Pinos, en el tercer trimestre de embarazo, el bebé recibe de ellas cerca de 200 mg de calcio a diario. Si la dieta que ingieren no suple la necesidad del bebé, él la absorberá de las reservas óseas de la mujer y esto le afectará negativamente a mediano plazo.
Las futuras mamás pueden consumir cualquier tipo de leche, sin embargo, existen productos como la Extra Calcio y la 50 % + Proteína, que aportan mayor cantidad de nutrientes con respecto a la leche regular. En el caso de las mujeres con intolerancia a la lactosa, podría valorarse el consumo de las leches deslactosadas, como la Delactomy de Dos Pinos.
Las mujeres en periodo de embarazo o lactancia pueden consumir leche de vaca al igual que cualquier otra persona: fría o caliente, sola o acompañada, en batidos y a la hora del día que mejor le convenga. Incluso, en el tercer trimestre de embarazo, cuando se recomienda un sexto tiempo de comida, la leche es una excelente opción para suplir esta merienda.
Un menú diario para mujeres en período de maternidad o lactancia debe incluir:
- Frutas: 3 a 4 porciones.
- Vegetales: 3 a 4 porciones.
- Lácteos 3 porciones.
Si las mujeres en estado de embarazo o lactancia no consumen leche de vaca, pueden ver significativamente desgastadas sus reservas de calcio y podrían ser más propensas a sufrir osteopenia u osteoporosis a edades tempranas. Además, podría afectar el desarrollo de la estructura ósea del bebé.
Las vitaminas encontradas en la leche de vaca: tiamina, riboflavina y niacina, apoyan juntas o por separado al organismo de las mujeres para ejercer los procesos metabólicos de uso de la energía indispensables para hacer deporte, jugar y acompañar a sus hijos durante su crecimiento.
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