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Jorge Contenti nació el 1 de julio de 1986, es licenciado en diseño industrial y desde pequeño mostró interés por los deportes de contacto. El primero al que tuvo acceso fue al taekwondo, deporte por el que desarrolló una pasión y que luego le llevaría a inclinarse por la docencia; pero además de esa disciplina, también practicó boxeo y lucha.
¿En qué momento te lanzaste a la aventura de enseñar?
Trabajé por 2 años en una empresa de impresión digital, con horario de oficina, y todo lo que eso conlleva. Me di cuenta que no me agradaba y decidí renunciar. Recuerdo que en 2012, unos días después de estar sin empleo se desocupó una bodega; en ese momento se me ocurrió la idea de abrir un gimnasio de lo que tanto me gustaba, así que busqué aliarme con dos personas más, que por distintas razones ya no pudieron. Así que como dicen, me tiré al agua solo.
¿Qué complicaciones encontraste?
Mantener un lugar tan grande, es complicado en todos los sentidos. Probablemente lo más complicado fue que firmé un contrato por un año, sin saber si iba a dar resultado o no. Cuando me detenía a pensar me asustaba, pero considero que el que no arriesga, no gana. Con el pasar de los días me di cuenta que a las personas que llegaban les gustó mi metodología y poco a poco se empezó a correr la voz. Así que eso, el hecho de ser mi propio jefe y presenciar los resultados de lo que uno enseña, es una satisfacción que no tiene precio.
¿Cómo fueron reuniéndose los estudiantes que deseaban evitar el bullying?
Al gimnasio han llegado varios casos. Entre ellos niños que provocan bullying, generalmente ellos tienen problemas en sus casas y van a descargar esa mala vibra con otros niños vulnerables o más sensibles. Una de las reglas en la academia es que las cosas que ahí se aprenden, no deben utilizarse fuera del área de entrenamiento sin una razón válida.
En el caso de los que sufren el bullying, el simple hecho de que los victimarios sepan que hacen taekwondo, les hace pensar dos veces si van a causarles algún daño. A través del deporte, los niños ganan autoconfianza y la autoestima aumenta. Igualmente hay que tener una buena metodología para enseñarles las técnicas, para que sepan cómo, cuándo y dónde deberían utilizarlas.
¿Cómo se logra que los niños que reciben clases no se tornen violentos?
El objetivo de hacer este tipo de deporte, es canalizar las tendencias a la violencia y convertirlas en lo opuesto, es decir ser más tranquilo y tener autocontrol. Quien practica artes marciales, generalmente es quien evita los problemas, ya que llega a tener más conciencia de las consecuencias que pueden ocasionar.
¿Cómo has logrado ganar la confianza de los padres?
Les agrada el sistema de trabajo que tengo. Generalmente los padres buscan cubrir cinco grandes áreas. Defensa personal, condición física, que conozcan sus capacidades corporales, disciplina y autoconfianza. Esto por mencionar la gran cantidad de beneficios que les deja la práctica de este tipo de deportes.
¿Cómo se desarrollan los adultos en esta disciplina?
Buscan el deporte para mejorar su condición física, coordinación y otras cualidades motrices. Pero además, lo por salud, aliviar el estrés y conseguir paz mental. El taekwondo es ideal para ayudar a desarrollar casi cualquier aspecto de la vida. Estamos ubicados en el bulevar Hospital Militar, 15-51 zona 16, centro comercial Fátima 3er. nivel; para que puedan comprobarlo por ellos mismos.
