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De su padre heredó el oficio de sastre, lo que le ayudó más tarde en el ámbito escenográfico teatral. En el año de 1977 concluyó sus estudios como Bachiller en Ciencias y Letras. En ese mismo año se graduó de actor en la Universidad Popular (UP). En 1988 se graduó como maestro de arte especializado en teatro en el Instituto de Bellas Artes. Adicionalmente, cursó hasta el 4º año de arquitectura en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Posteriormente, en el 2002, se graduó de profesor de educación media en la Universidad Mario Gálvez. Actualmente se encuentra presentándose en la obra El genio de la lámpara interpretando el personaje de Jafar.
¿Cómo inició su educación artística?
Desde pequeño tenía inclinaciones artísticas, pero no me había dado cuenta. Mi historia inicia desde que comencé a tener noción de lo que quería hacer en mi vida. Cuando era mayor me acerqué a la Escuela de Artes Plásticas, pero el cupo estaba cerrado. Así que fui a la UP, ahí me encontré con Roberto Palomo, que por azares del destino no me inscribió en la escuela de plásticas, sino en la de teatro. Así inicié en este mundo.
¿Qué significa para usted Roberto Palomo?
Él fue el responsable de que yo sea actor, si él me hubiera puesto en plásticas como quería, sería un arquitecto más.
¿Cómo fueron las primeras experiencias en la UP?
Fue una cosa muy extraña, pero muy motivadora y realizadora. Ahí tomé clases con los maestros Rubén Morales Monroy y Carlos Figueroa. Gracias a este último me interesé en el maquillaje. Él fue quién me solicitó que realizara el vestuario para la obra El Señor Presidente junto a Rosita Rodríguez, una actriz de altos quilates.
¿Cómo fue su participación en El Señor Presidente?
Esta fue la primera obra en la que participé como actor y en la que me encargué del vestuario. En está realicé varios roles, entre ellos de banca, farol, de niño y de estudiante. Con ella viajamos por toda Centroamérica, dimos más de 400 funciones. Gracias a ella conocí a muchos maestros que llenaron mi carrera.
¿Cuál ha sido el personaje que más reto ha representado para usted?
Casi siempre me daban papeles cómicos. Pero nadie me llamaba para hacer un papel dramático. Hasta que vino Adán Sandoval, uno de los mejores directores en Francia. Dio talleres en Guatemala y montó William Pigg de Shakespeare. Me dio el papel principal, porque el actor designado se había ido. Me aprendí el papel en 20 días, fue un gran reto ya que era un personaje totalmente dramático.
¿Cómo es su trabajo en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias?
Soy en trabajador más viejito del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, empecé en 1979, el año en que comenzó a funcionar el teatro. Fue construido pensando en brindarle una plataforma al artista nacional, para que el pueblo tuviera la opción de ver espectáculos de calidad. Hace dos años retomamos esa orientación, y fue así como surgió el Festival de Junio, porque en ese mes se inauguró. Este festival es un esfuerzo de la mesa técnica y los colaboradores para que tenga una muestra de teatro, de cine, música, danza, artes visuales, literatura y poesía, entre otros.
¿Qué es lo más gratificante en cuanto a escenografía se refiere?
Ha sido trabajar escenarios para cadenas internacionales como HBO, Disney Channel y Televisa. Me inicié con las carrozas de Paiz, ya que muchas empresas traían personajes de Disney, pero necesitaban que sus carrozas tuvieran un alto nivel. Por lo que me contactó el representante de Disney para Centroamérica, y surgió el contacto para que las hiciera.
¿Qué podremos ver en El genio en la lámpara?
Esta puesta en escena me da muchas esperanzas de que el teatro va por buen camino. Es muy motivador trabajar con estos chicos. Traen muchas ganas de hacer las cosas bien. El genio de la lámpara está muy bien trabajada. Cuenta con 18 actores, cantantes y bailarines en escena, más de 20 canciones interpretadas por nuestros actores y cantantes, las coreografías tienen una variación de jazz, tap y salsa. Se está presentando todos los domingos de julio a las 11:00 horas en el Teatro Dick Smith del IGA.
