Mario Blanco es un científico guatemalteco que vive en el extranjero. Recientemente, fue invitado por la Vicepresidencia de la República para participar en el evento Converciencia 2017, del cual es cofundador en conjunto con el Dr. Fernando Quevedo, Dr. Sergio Aragón y Dr. Gustavo Ponce (QEPD). Este es realizado en coordinación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt).
A partir del año 2012, la vicepresidencia dejó de interesarse en el tema y el evento se canceló por 5 años, fue hasta este año que se volvió a realizar, gracias a las gestiones del Dr. Óscar Cóbar.
Conferencia
En esta visita al país, dio una conferencia sobre el papel de la tecnología en el desarrollo económico, la cual tuvo como objetivo mostrar los factores para desarrollar la economía y el país. Así, divide los factores que involucran el cambio social y económico en tres grupos: Factores políticos, de inversión y de educación; esto mediante el uso de datos estadísticos, no opiniones.
Indica que la economía en Guatemala únicamente ha tenido un período de desarrollo. “Por ser científico, fundamento mis estudios sobre desarrollo en números, aunque hay factores de desarrollo social que son difíciles de medir. Lo que es fácil medir, es cuánto dinero tienen las personas al año. A su vez, esto se convierte en el poder de adquisición de bienes y servicios.
“Si pensamos en desarrollo económico como la habilidad de las personas de tener ingresos, los estudios se realizan por historial, es decir, la habilidad de tener dinero aumenta, disminuye o se mantiene igual. En Guatemala, desde 1839, la habilidad de generar más ingresos ha sido muy lenta, y en algunos casos ha habido retrocesos”, indica el científico guatemalteco.
“En Guatemala no hay un esfuerzo significativo para desarrollar tecnología, siempre se ha importado desde Estados Unidos, Japón, China y Europa. A pesar de que se tienen las capacidades, no hay inversión para generar nuestra propia investigación tecnológica. Por lo tanto, la tecnología no ha sido un factor de desarrollo en nuestro país,” puntualiza.
“El país está en el puesto número 7 de millonarios de América, y para estar en esta lista se debe tener por lo menos USD$30 millones, el problema es que no se invierte en tecnología, sino en industrias tradicionales, como agricultura y textiles, o en la bolsa de valores de los Estados Unidos. No consideran invertir en la instalación de una planta de ensamblaje de computadoras, ya que no tienen la confianza para hacerlo”.
“Las discusiones políticas son otra instancia que no permite que avance el desarrollo económico, ya que no existe consenso. Esto lleva a que el ciudadano desconfíe de las autoridades y el Gobierno, al igual que entre inversionistas extranjeros y el pueblo guatemalteco”.
La tecnología ayudaría a desarrollar soluciones similares para el ambiente de Guatemala, por ejemplo, una motocicleta fabricada en el país tendría un precio de casi la mitad menos que una importada. Además, la tecnología ayuda a crear un ambiente económico ideal para que las empresas puedan emplearla, y con ello aprovechar el talento que se tiene, agregó.
La Frase:
“El país que no invierte en crear nuevas fuentes de energía no va a progresar”.
Trayectoria
Estudió Química en la Universidad del Valle, se graduó en 1978
Obtuvo un posgrado en Química especializada en Mecánica Cuántica, en la Universidad de California
Trabajó como Químico Teórico en Estados Unidos, y luego en el Instituto de Tecnología de California (CALTECH), durante 16 años
Recibió el Premio en Diseño de Nanotecnología del Instituto de Manufactura Molecular en Estados Unidos
Ha realizado 65 artículos de investigación y 12 patentes de tecnología
Publicó un libro llamado Métodos para selección de materiales en sensores, el cual ha sido vendido a gran escala
Desarrolló proyectos para grandes compañías, entre las que se puede mencionar a Kellog’s, Chevron, British Petroleum, Exxon, 3M, Avery Dennison y General Electric
En CALTECH también trabajó con la NASA durante un año, en el laboratorio para la Estación Espacial Internacional
Desarrolló para la NASA una nariz electrónica que identifica cambios atmosféricos, causados por fugas y derrames, esta es utilizada en la EEI
En el 2012 se mudó a Arabia Saudita, para trabajar como Gerente de Colaboraciones Industriales en la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá.
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