Los programas educativos deben tener en cuenta la amplia diversidad de características y necesidades que tienen los estudiantes.
La inclusión escolar enlaza corazones
Con el programa de inclusión escolar externo la Fundación Margarita Tejada ha tenido la oportunidad de abrir las puertas de centros educativos para recibir a niños con síndrome de Down.
Los niños que forman parte del programa asisten cuatro días al colegio donde reciben todas las áreas académicas y comparten con sus compañeros de clase. Una vez a la semana se presentan a la fundación para recibir reforzamiento y compartir con sus iguales. “Es importante para los chicos ser incluidos en este ambiente escolar, adquieren habilidades sociales conforme a su edad que los ayudará a desenvolverse en experiencias futuras”, comentó la licenciada Guísela Coronado Aguilar, Educadora Especial del programa de inclusión escolar.
Educadores de corazón
Uno de los establecimientos educativos adjuntos a esta labor es el Colegio Bilingüe Lourdes, quienes desde hace siete años educan a niños con capacidades diferentes. La directora del colegio Luisa Alvarado, expresó: “Atender a niños con síndrome de Down ha sido una grata experiencia, hemos abierto nuestras mentes y corazones para incorporarlos”.
Explica que al inicio fue difícil por temor a no poder sobre llevar la situación, en especial para las maestras, pero conforme a las capacitaciones, conferencias y seminarios, han roto estereotipos y tabús de la sociedad. Han identificado que la adaptación es rápida y sencilla, además, han adquirido mayor calidad humana al trabajar con estos niños.
La inclusión escolar también incluye a niños con autismo, déficit de atención, disgrafía, con aprendizaje lento, entre otras necesidades educativas especiales.
Una diversidad de amistades
La inclusión ha logrado que exista una cooperación a nivel grupal entre los infantes, con la idea de apoyarse, aprender y divertirse juntos. Los padres de familia han comentado que han visto un cambio en sus hijos, son más humildes, serviciales y respetuosos en su hogar.
Cuando se encuentran con una persona a los que la sociedad describe como “diferentes”, ellos los ven como sus iguales, no se asustan ni los desprecian, al contrario, los incluyen en su círculo social y personal.
Retos de inclusión
“Perder el miedo, despertar el deseo de ayudar y reflexionar sobre qué hacemos como institución educativa y docentes, es lo que nos hace formar parte de esta evolución”, agregó la directora Alvarado.
La licenciada Coronado menciona que uno de los mayores desafíos es el desconocimiento que hay en el país sobre el tema y eso no permite que se eliminen las diferencias. “Lo que espero es que poco a poco los guatemaltecos nos demos cuenta que todos somos diferentes y eso hace que aportemos variedad de habilidades. El día que podamos ver cada diferencia como una fortaleza, ese día nuestra sociedad va a cambiar”, agregó Guísela.
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