A raíz del desarrollo de la Casa del Café #1, la asociación G-22, constructora que estuvo a cargo del proyecto, recibió el Premio Danta, en la categoría Hábitat Social y Desarrollo.
Entre 2015 y 2016, en Guatemala se llevó a cabo un diplomado de vivienda social sostenible. La convocatoria fue abierta para los seis países que conforman Centroamérica y estaba dirigida a estudiantes de arquitectura y jóvenes arquitectos menores de 30 años.
Como resultado se logró crear el concepto de La casa del Café#1. Esta residencia tuvo un costo de $7 mil 500 dólares estadounidenses y cuenta con características de construcción pertinentes, como estrategias bioclimáticas, reducción de vulnerabilidad, todas basadas en aspectos antropológicos, de salud, económicos y sociales.
La construcción está ubicada en una finca de café en Santa Elena Barillas, Guatemala. Parte de los materiales que se utilizaron en su elaboración son productos derivados del cultivo del café. El proyecto tuvo como objetivo principal la ampliación de la vivienda para adaptarse al cambio climático. Paralelamente, se benefició a la familia de Felipe Guzmán, luego de quedar viudo y a cargo de 9 hijos.