Lejos quedó el año 1905, cuanto llegó el primer automóvil al país. El progreso permitió que, en los cien años subsiguientes, el parque vehicular creciera a 1 millón de automotores. A principios de 2005, la cifra se había incrementado aún más: a 3 millones de vehículos. De ellos, la mitad circula en la ciudad capital.
Esta tendencia es positiva, en términos de la modernización de la metrópoli, así como la comodidad y facilidad de locomoción con la que ahora cuenta el guatemalteco. Sin embargo, en los últimos años, este mismo estadístico se ha incrementado a una tasa de 10% anual, provocando caos en la mayoría de arterias principales de la ciudad.
“En la actualidad, la afluencia vehicular que ingresa de los municipios a la capital es de 650 mil automotores, pues la ciudad sigue siendo el foco financiero del país. La Ciudad de Guatemala, sigue siendo el municipio más importante”, explica Carlos Sandoval, vocero de la comuna capitalina.
La duda es si la red vial podrá soportar estos niveles de crecimiento en los próximos años o si la infraestructura existente está a punto de colapsar.