Alfredo Alejandro García Gil nació el 26 de enero de 1963 en la Antigua Guatemala. Desde la infancia desarrolló el don nato de la pintura, sin embargo, fue en 1988 que tuvo que tomar la drástica decisión de preguntarse a qué se iba a dedicar para defenderse en la vida. “Los números siempre preocupan, ya que uno siempre tiene gastos que cubrir. Sin embargo, mis cuadros me han dado la satisfacción que muchas veces el dinero no puede solventar”, explica el artista.
La temática
Los cuadros del pintor antigüeño siempre han sido una vista de la sociedad. “El valor de mis obras radica en retratar aquellas estampas costumbristas, escenas sociales que vienen desde la colonia. Es decir, el sincretismo que surge en la época de la colonia, con los vicios, el consumismo y esas actividades que van consumiendo la vida de los ciudadanos, escenas que transcurren en la iglesia, la cantina, en la fiesta patronal o en la banqueta; que con el transcurrir de los años se van acabando”, comenta García Gil.
Su técnica
Pintar al óleo es lo que más se le facilita, y en su humildad explica: “Me da la libertad de fluir junto al pincel sin temores, ya que puedo corregir cuantas veces sea necesario hasta que esté satisfecho con lo que deseo transmitir”.
El tiempo que le toma una pieza es variable, ya que no se cataloga como un artista industrial. “A veces puedo dedicarle dos días o dos semanas a una pieza. Mi interés no es terminar rápido, sino transmitir mi esencia a través de mi arte”. Con esa explicación, García Gil ha realizado más de mil obras que se exponen en galerías y adornan hogares a nivel mundial. “Tengo el privilegio de que mis obras traspasen las fronteras. Entre los países a los que he llegado con mi arte están Canadá, Alemania, Francia, Italia, Noruega y varios países latinoamericanos”, concluye.
Dedicado a la familia
Fuera del arte de la pintura, se dedica a la familia, a ser un ciudadano de los más normales, que jamás ha tratado de aparentar o encajar en el rol de artista. “He dejado de viajar y de exponer o participar en muchas ocasiones, por el afán de estar en casa con mi familia. Gracias a Dios ninguno de mis hijos tiene esta vocación, porque es un camino precioso pero cuesta arriba, que solo con el corazón se puede recorrer”.
Si deseas saber más sobre sus obras o dónde encontrarlo, puedes contactarlo en los siguientes correos electrónicos: casadecitasgarciagil@hotmail.com y oficiosmenores@gmail.com.
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