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Erick Cruz hizo de su amor por los perros una profesión

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Son almas puras, aman incondicionalmente y no juzgan, a ellos no les importa qué raza son, solo demuestran amor por cómo somos. Eso me encanta de los perros.

César Millán lo nombró el encantador de perros de Guatemala. Erick Cruz, fundador del hotel Camp & DayCare, ha sido reconocido por su dedicación a los canes. Está próximo a presentar su libro, «Una cola milagrosa». Sin embargo, aunque hoy su proyecto está muy bien orientado, Cruz cuenta que descubrió su pasión por casualidad, luego de sufrir un derrame cerebral.

¿Cómo ocurrió el derrame?

El 21 de mayo de 2012 conducía hacia mi trabajo, cuando, a mitad del camino, me dio un derrame cerebral. Me explotó una vena del lado derecho del cerebro, e inmediatamente el lado izquierdo de mi cuerpo se paralizó. Me introdujeron al coma para tratar de salvar mi vida, tenía un 80% de posibilidad de quedar vegetal y un 20% de lograr hablar y caminar luego de 2 años.

¿Cómo inició tu pasión por los perros?

Luego del derrame, mi realidad era otra. La mitad de mi cuerpo estaba paralizada, ya no tenía trabajo, ni podía continuar mi carrera universitaria. La parálisis fue una semana antes de que me graduara. Creí haberme quedado sin futuro por el derrumbe físico, emocional y mental que estaba pasando. Un día, mi ex novia me regaló un perro, ella consideró que eso me iba a ayudar a superar mi situación. En ese entonces pensé que tener un perro a mi cargo era una mala idea, ya que no podía conmigo, mucho menos con una chihuahua.

¿Puedes hablarnos de tu primera mascota?

Se llamaba Fiby. Al principio no la quería, pero con el tiempo le tomé mucho cariño. Gracias a ella logré salir de mi depresión. Un día, para pasar el tiempo, decidí entrenarla, para ver qué pasaba. Me sorprendió que en 15 minutos aprendió el truco que le estaba enseñando. Me dije: –“que pilas esta perrita” –, le voy a enseñar otro truco, y así sucesivamente la fui entrenando. Me di cuenta que era yo quien tenía un talento escondido.

¿Cómo empezaste a entrenar perros profesionalmente?

Luego de entrenar a Fiby, empecé a grabar videos de ella y a mostrarlos. Cuando me preguntaban quién la entrenaba, yo me presentaba como su entrenador. Hice tarjetas de presentación y desde ese entonces me dediqué a los perros. Decidí ahorrar para ir a conocer a César Millán,quien me dio una beca para tomar algunos de sus cursos. En esos talleres fui nombrado «El encantador de perros de Guatemala». Así comencé a salir adelante por mi familia y por Fiby.

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¿Cuál ha sido tu experiencia más dura?

Me contrataron en Nueva York para entrenar a un perro durante una semana, cinco horas al día. El primer día realicé las cinco horas de clase, me senté en la sala, el perro ya estaba con su dueña y en segundos se le soltó y se me fue al brazo, mordiéndome,  aún tengo la marca. Sin embargo, considero que la experiencia fue positiva, porque comencé a impartir clases a los dueños que tenían a sus perros muy consentidos.

¿Cuáles son tus metas y objetivos?

Mi objetivo siempre será inspirar al mundo, motivando a las personas a salir adelante logrando que vean los obstáculos como una oportunidad para la vida. Tengo muchas metas por cumplir, una de ellas es que ya terminé de escribir mi primer libro, llamado «Una cola milagrosa». Asimismo, quiero hacer una película y viajar por todo el mundo impartiendo charlas motivacionales. También quiero que mi hotel sea el número uno en Guatemala y brindarle a los perros la vida que se merecen.

¿Qué es lo que más te enamora de un perro?

Son almas puras, aman incondicionalmente y  no juzgan. A ellos no les importa qué raza son, solo demuestran amor por cómo somos. Eso me encanta de los perros.

¿Cuál es la diferencia entre un encantador y una persona que se dedica a amaestrar perros?

La diferencia es que yo entreno al perro, pero igual le enseñó a la persona a convivir con su mascota, para que no tenga la necesidad de contratar a un entrenador de nuevo. Lo importante es que el dueño sea el propio entrenador de la mascota. En otras palabras, un entrenador de perros le enseña obediencia básica, no le da el aprendizaje  de vivir en balance y armonía con la persona.

¿Cuál fue tu experiencia con César Millán?

Fue una experiencia muy linda y enriquecedora. Aprendí muchas técnicas de cómo ayudar y rehabilitar a un perro. Antes que todo, como entrenador, tengo que estar en balance y armonía para lograr una buena relación con el perro.

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¿Cómo te ves en 10 años?

Formando mi propia familia, casado con hijos, escribiendo mi 4to libro y con mi cadena de hoteles en diferentes partes del país y a nivel centroamericano.

¿Has ayudado a tu comunidad?

Mi aporte es en el albergue municipal de la zona 21. Llegué a entrenar a las personas que laboran en el lugar para que rehabiliten a más perros y así poder encontrarles un hogar.

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