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Don Max, como es conocido por los vecinos de su cuadra, tiene 80 años y no falta un solo día a la pista de carreras del parque Erick Barrondo para realizar su rutina de ejercicios.
Rosales se especializó en Integración Económica en la Universidad Católica de Chile. Cuando regresó al país, se dedicó a dar clases en la facultad de Economía de la Universidad de San Carlos, en donde ejerció hasta hace un par de años.
“Creo que la actualización debe ser lo que distinga a cualquier profesor o catedrático en cualquier nivel. Las nuevas generaciones tienen tanta información que el maestro debe estar preparado para responder a cualquier duda”, afirma Rosales.
Con una mente enfocada, a pesar de sus circunstancias, el octogenario acude cada mañana a la pista, realiza una rutina de ejercicios y corre un promedio de 4.5 kilómetros por día, luego de caminar por una media hora desde su residencia en Kaminal Juyú II, y de regreso.
El motivo
“La rutina de ejercicio que realizo me la recetó el médico en Rehabilitación del IGGS, luego de un derrame que sufrí hace un año. Es un desafío porque es doloroso, pero sé que de eso depende mi recuperación”, agrega.
Este atleta sufrió un derrame que afectó el lado derecho de su cuerpo, por lo que ahora le es difícil escribir y dedicarse a la relojería, otro de sus pasatiempos. Sin embargo, obedece las recomendaciones del médico, esperando volver a vivir como antes.
“De mi padre aprendí que nunca debes decir “nunca”, porque de la voluntad depende lo que pueda suceder en tu vida, y también ser un líder”, dice con lágrimas en los ojos. Max cree que nunca debe darse por vencido, y por ello su ejemplo inspira a otros.
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