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Stephany Dávila, es la tercera generación de productores de café

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“Me enamoré del café y ya no pude dejarlo”

Su vida siempre estuvo vinculada a este cultivo. Ha estado en varios cursos de barista, tueste y catación.

En el 2014 estudió una maestría en Economia y Ciencia del Café en la Universidad de Trieste, Italia. Además tiene una licenciatura en Comunicación Social en la Universidad de San Carlos.

En el 2017 ganó un premio por parte de la Embajada de Estados Unidos: “Young Leaders of the Americas Initiative”, un curso para jóvenes emprendedores de 25 a 35 años. Su propósito es apoyar empresas con impacto social que puedan generar ingresos con las comunidades.

De ahí nace “Café Pendiente” en 2014. Su objetivo es que los visitantes que llegan a tomar café puedan pagar una taza de esta bebida para un guatemalteco de escasos recursos que llegue y lo solicite. A este proyecto se suman otros jóvenes: Anisa Cifuentes, Juan Luis Gutiérrez, Andrea Minera, Luis Santizo y René González.

La iniciativa del proyecto “Café Pendiente”es ser solidarios, compartir y pensar en los demás.

En 2017 inició su empresa llamada “Brewbox”, que se enfoca en estrategias comerciales para varios clientes que se dedican al café. También realiza consultorías para fincas que deseen exportar. Ahora trabaja en el proyecto de un cliente que desea colocar una tostaduría de café.

Stephany es una mujer emprendedora, que gracias al nivel educativo y de idioma inglés que alcanzó en el Liceo Secretarial Bilingüe, ha logrado relacionarse con clientes a nivel internacional. Además reconoce que el liceo la ayudó a prepararse para la vida.

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