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Sonia Lemus, de 47 años, se convirtió en madre a los 15, luego de quedarse viuda, se convirtió en una empresaria del sector de la belleza, carrera que le abrió las puertas a ella y a cientos de mujeres más.
¿A qué se dedicaba?
Era ama de casa, solo cuidaba a mis tres hijos. Mi empleo era básicamente ayudar en las tareas del hogar, no trabajaba ni sabía cómo ganarme el dinero, mi esposo era el único que aportaba económicamente, yo dependía de él en todo sentido.
¿Por qué cambió su vida?
Tenía 33 años cuando mi esposo falleció, al ver que ya no tendría un apoyo ni nadie que me proveyera, me sentí muy frustrada sin saber qué hacer. Algo que recuerdo muy bien fue cuando, a fin de mes vinieron los recibos de la luz, agua y demás gastos. Me hice la pregunta ¿qué será de mi vida? Sentí cómo la vida me golpeaba y me orillaba a tomar una decisión. Me tocó cambiar de ama de casa a proveedora de mi hogar. ¡Y lo hice, me levanté y le demostré a la vida que no me vencería!
¿Qué metas se propuso en ese momento?
Mejorar mi autoestima, la economía de mi hogar, lograr que mis hijos fueran a la universidad. Decidí tomar las riendas de mi vida y empecé a estudiar belleza, no importó mi edad, solo quería salir adelante por mí misma.
¿Qué la inspira seguir adelante?
Mis hijos son el motor y centro de mi vida, que ellos se sientan orgullosos de tener una madre ejemplar y exitosa, me motiva también enseñar a más mujeres a desarrollarse en la vida, sin importar las circunstancias. Cuento mi historia de superación, ahora soy una mujer de negocios.
¿Qué ha logrado hasta el momento?
La satisfacción de haber conseguido que mis hijos terminaran su carrera universitaria, tener mi negocio propio, que con el paso del tiempo se compone de cuatro sucursales en la ciudad capital. La academia ha sido una bendición. Además me he especializado en otros países de Europa y América, para manejar las mejores técnicas.
¿Cómo se ve en el futuro?
Me veo con la academia a nivel departamental, y otra especializada en colorimetría, enseñando y graduando a más mujeres en esta profesión. Demostrando que ni la clase social ni la edad, es un obstáculo, al contrario debemos ser positivas y mentalizarnos en alcanzar las metas, sé que me falta mucho, pero así me visualizo en el futuro.
¿Qué frase personal la inspira?
Para las personas que quieran aprender belleza, ellas cambian la imagen de las clientas, pero solo Cristo cambia el corazón, lo que es bello es bello, la belleza interior tiene que estar de acuerdo con la belleza exterior.
¿Cómo motiva a sus estudiantes?
Una mujer es preciosa desde la concepción, estar arregladas y con una sonrisa debe caracterizarlas, tengan los problemas que tengan, porque todos tenemos dificultades
