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Videl García Velásquez es multiplicador de artistas

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García al lado de un horno de cerámica, único en Guatemala.

El maestro García tiene 11 años de impartir clases en ENAP, y en varias ocasiones ha sido calificado como uno de los mejores catedráticos. Imparte cursos de introducción a la cerámica, y cursos especializados, además de los talleres libres, los fines de semana.

Videl García Velásquez disfruta cada día que imparte clases, o mejor dicho, transmite con sus enseñanzas no solo las técnicas, sino algo más importante, una forma de entender la creación artística, pausada, reflexiva y exigente, en la que cada obra debe estar madurada para poder tener sentido de creación.

Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas “Rafael Rodríguez Padilla” (ENAP) en 1997, “Mi pasión por la cerámica nace al conocer mejor el material, me sorprendió saber que es perseverante; puedo dejar a la intemperie una pieza, recibiendo agua o sol, y no se deteriora. No es como el cemento, que tiene un tiempo de vida; la cerámica va a soportar, y está comprobado”, explica Velásquez.

Profesionales

El contenido de sus talleres, para cursos básicos, incluye la preparación de la pasta, que va desde las fórmulas, hasta realizar trabajos manuales. A partir del primer trimestre, los alumnos empiezan a desarrollar sus propias piezas.

“Enseño a crear esculturas con técnicas de cerámica, porque la escultura se conoce como pieza pesada, en cambio, acá hacemos piezas livianas, que son más fáciles de transportar, pero necesitan otro tipo de cuidado para resistir el paso del tiempo”, comenta el maestro.

Todo lo que hace es con base en estudios y cálculos, que mezclan técnicas mayas y japonesas, “Usamos normas exactas, por ejemplo, el triángulo de coordenadas; esta es una fórmula muy exacta, inventada por los japoneses, en la que manejan 4 elementos que sirven para soportar temperaturas para tener vitrificantes y soporte en el momento de hornear”, detalla García.

“Ser maestro de cerámica no es una labor sencilla, sin embargo, una de mis mayores satisfacciones es saber que logré despertar el interés de los alumnos por un determinado tema. Me anima verlos sorprendidos cuando se dan cuenta de lo que son capaces de crear”, finaliza el catedrático.

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