La inclusión busca que los niños con síndrome de Down que se encuentran en los niveles de pre-primaria y primaria, reciban todas las herramientas que les permitan recibir la certificación educativa y convivir constantemente con niños convencionales.
“Hay que modificar el sistema escolar para que responda a las necesidades de todos los alumnos, en lugar de que sean los alumnos quienes deban adaptarse al sistema. La opción consciente y deliberada por la heterogeneidad en la escuela constituye uno de los pilares centrales del enfoque inclusivo”, señaló Sylvia Molina, directora educativa de la Fundación Margarita Tejada.
Con programas de inclusión externa y profesionales que actualizan sus conocimientos y técnicas de enseñanza, podrán tener estudiantes con síndrome de Down en el aula, en la modalidad que más se adecúe al perfil del alumno.
Estos pueden ir de la inclusión total, en la que el alumno participa de todas las actividades de su clase y certificado de todas las materias; la modalidad de integración, en la que el alumno participa en algunas de las actividades y en otras recibe un programa individualizado en un aula recurso; y la modalidad de socialización, en la que asiste al colegio únicamente para desarrollar habilidades sociales y conductuales en un horario reducido, con objetivos específicos.