Inició hace 3 años aproximadamente, gracias a la empresa hermana Glam, una marca de servicio de banquetes.
Según cuenta su fundador, Adrián Castro, la idea inició cuando elaboraban sus propios panes para los eventos de Glam. A raíz de los buenos comentarios que recibían, y con los materiales y el personal indicado, empezaron a panificar.
“Siempre hemos contratado personal de Huehuetenango, Quiché y Cobán. En conjunto con los empleados fuimos creando distintas mezclas de panadería de antaño y panes especiales, como pan de yema, pan de queso, pan dormido, pan de Totonicapán y pan muerto. Estos son los panes que se comía en el área departamental”, comentó Castro.
La clientela se concentra en un 10 % en la mañana, y el restante 90 % en la tarde. Su horario es de 7:00 a 20:00 todos los días. Además ofrece parqueo para más de 15 vehículos.
El lugar tiene como objetivo no olvidar los panes antaño que comía la abuelita, sin embargo ha creado productos nuevos como champurradas integrales, hojaldres y volovanes incluyendo salsas de jalapeño, chipotle y cobanero; al igual que jalea de mora, piña con zanahoria y fresa; todos sin persevantes y con miel 100% natural, puedes adquirirlas en presentaciones de medio litro y de litro.
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