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“Quiero dejar un granito de arena a mi Guate”
A sus 46 años, Stefani se dedica a buscar maneras para servir a la comunidad, al brindar oportunidades deportivas y artísticas.
Maul se graduó de maestra, es educadora especial y licenciada en psicopedagogía. Ha colaborado en distintas obras sociales. Además dedica gran parte de su tiempo a su academia de natación Schwimmen.
¿Cómo fueron tus inicios en el deporte y el arte?
Fui deportista de chiquita, practiqué Gimnasia Olímpica. No la desarrollé al cien por ciento por circunstancias que surgieron en mi infancia, por cuestiones de salud estuve un buen tiempo en tratamientos.
Al recuperarme, seguí practicando más de algún deporte. También, en mi niñez empecé a pintar, de esta manera canalizo mis sentimientos y emociones de una manera creativa.
El deporte lo enfoco con la parte educativa, es lo que hago día a día, lo que combino con la enseñanza. Y con el arte doy a conocer lo que siento.
La disciplina que se necesita en ambos ejercicios me ha dado los parámetros para organizarme en las áreas en las que trabajo.
¿Por qué crear una academia de natación?
Empezamos buscando una opción para ayudar a niños en su desarrollo físico y psicomotriz. Tenemos casi 30 años con la academia, hemos compartido con una gran parte de la población guatemalteca. Con el tiempo nos expandimos y empezamos a enseñar a jóvenes y adultos.
Nuestra visión es darle al alumno un medio para desarrollarse en diferentes áreas de su vida, fomentando un desarrollo corporal y social.
Cuando empezamos con mi esposo, me enfoqué y busqué perfeccionarme en la natación, y obtuve las certificaciones necesarias para que nuestro trabajo sea de excelencia.
¿Qué tipo de labor social realizas?
Me considero una persona que quiere alcanzar sus sueños, y una persona a la que le gusta ayudar a los demás. No es algo que hago esperando recibir reconocimiento.
La academia fue creciendo y decidimos crear un programa de apoyo a niños talentosos de escasos recursos. Deseamos ampliar las oportunidades para que ellos se sigan desarrollando.
La deserción en los deportes en nuestra población surge de la falta de apoyo económico para los atletas. El primer grupo que tuvimos fue de 6 niños, se les apoyó en el entreno y con equipo, realizamos recolectas con ayuda de los padres de los demás estudiantes. Este grupo se destacó a nivel nacional.
El año pasado empezamos a trabajar con los niños del Hogar de Fátima. Se les hizo la propuesta de llevar a un grupo de chiquitos, para poder darles un apoyo en las partes de estimulación, socialización, afectividad y psicomotricidad. He podido ver los resultados positivos en estos niños.
También, este año colaboré con la Fundación Guatemalteca para Niños con Sordoceguera Alex (FUNDAL). Fui escogida como acuarelista, los alumnos de la fundación hacen los trazos y después uno interviene en la obra. Esto se realizó para recaudar fondos.
Estas oportunidades sirven para empoderarlos y que puedan trascender y cumplir sus sueños. Así podrán ser mejores personas y dedicar su tiempo a actividades sanas y recreativas.
¿Cómo organizas tu tiempo?
En mi tiempo libre voy al gimnasio y pinto. Mis hijos ya están grandes, me han apoyado bastante en todas las actividades que hemos realizado. Trato de involucrarlos y que ellos apoyen en la mayoría de las actividades.
En mi familia toda la vida han sido muy colaboradores y ayudan mucho, es parte de lo que quiero fomentar a mis hijos.
¿Qué mensaje te gustaría compartir con la comunidad?
Si nos apoyamos y somos honestos, justos, profesionales y éticos, vamos a lograr que Guatemala salga adelante. Es por lo que hemos estado luchando, que los apoyos y los aportes lleguen a dónde deben llegar. Es dar un poquito de lo que tenemos.
Nosotros creemos que si el niño practica un deporte o arte, le estamos dando esa oportunidad de crecer emocional y espiritualmente, y van a atravesar las etapas de su vida con otra visión.
