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Liwy es directora del Museo Miraflores. Es arqueóloga y presidente de la Asociación de Museos de Guatemala y del Consejo Internacional de Museos (ICOM-Guatemala/Unesco). Está constantemente involucrada en actividades culturales, de museos, arqueología y demás. También ha participado en investigaciones dentro y fuera del país.
“Desde muy pequeña tuve la oportunidad de viajar. Me enamoré de Roma al ver el Coliseo. Siempre me ha gustado lo antiguo, la historia, las épicas y las narrativas. Me interesan todas aquellas cosas que son el origen de todo”, indica Grazioso.
También comenta que siempre le llamó la atención sumergirse en el pasado; y que entre más exótico sea el lugar, mucho mejor para ella. Desde pequeña su fascinación siempre ha sido la aventura y llegar a lo desconocido, a un lugar donde nadie ha estado. A pesar de soñar con tener algún proyecto en el desierto, su amor por Guatemala y la selva la llevaron a quedarse y realizar investigaciones sobre los mayas, en Río Azul, Petén.
“De niña siempre dije que quería ser arqueóloga, sin saber exactamente el trabajo y la vida que lleva una persona que se dedica a esta profesión. Sin precisar, quería ser exploradora del siglo XIX, es decir, irme lejos; a un lugar donde nadie me conoce, con un idioma diferente, abrir hoyos y sacar cosas interesantes, estudiarlas, analizarlas y perderme en ellas”, relata Liwy.
Su gusto por la cultura maya y selva sin explorar regresa después de su paso por México, donde estuvo durante 20 años, por lo que regresa con la convicción de trabajar en la tierra que la vio nacer y descubrir las riquezas que tiene Guatemala.
“Lo maravilloso de la arqueología es que es un trabajo que no termina, es decir, que se plantean metas y objetivos; y en esta carrera siempre hay un mañana. Las expectativas que no se cumplieron hoy, no es que sean imposibles, sino que tal vez mañana se logren. Siempre hay algo nuevo que descubrir en la arqueología”, comenta.
Ha sido docente en universidades de México y Guatemala, actualmente es directora de Museo Miraflores, el cual gracias a su trayectoria y experiencia, se ha vuelto un espacio de encuentro entre el pasado y el presente. También, es codirectora del Proyecto Arqueológico del Bajo Azúcar (PABA), área donde se encuentra ubicado el sitio Río Azul, en Petén; y es directora del programa de restauración PITRA.
Parte de su trayectoria
- Proyecto Arqueológico del Bajo Azucar, Peten, Guatemala. 2005-2012 (Directora)
- Proyecto Programme for Belize AP. 2004-2012 (Asesora y Directora de Campo), Universidad de Texas, Austin
- Prácticas de silvicultura y manejo de aguas de los antiguos mayas de Tikal, Guatemala. 2009-2010 (Codirectora), Universidad de Cincinnatti
- Proyecto Arqueológico Izapa, Chiapas, Mexico. 1992- 2007
- Recorrido Arqueológico en la Cuenca del Río Soto la Marina, Tamaulipas, Mexico. 2004 (Codirectora), Universidad de Texas, Austin
- Comunidades de los Bajos, Peten, Guatemala. 1996-2001 (Directora de campo), Universidad de Arizona, NASA e IDAEH
- Proyecto Especial Teotihuacan, Mexico. 1993-1994, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Mexico
- Proyecto Arqueológico Kaminaljuyú A-IV-1, Guatemala. 1991-1992, Instituto de Antropología e Historia, Guatemala
- Proyecto Regional Ixcanrio, Guatemala. 1990-1991, Universidad de Texas, San Antonio
- Proyecto Nacional Takalik Abaj. 1990-1991, Instituto de Antropología e Historia, Guatemala
- Proyecto Yaxchilan, Mexico. 1989-1991, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México
La Frase
«Para un arqueólogo la importancia de los objetos no radica en su belleza, sino en la información que brindan»
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