La Semana Santa en Antigua Guatemala es la fiesta popular más trascendental de la ciudad y una de las más importantes del país. Es una tradición que fusiona muchos elementos de arte, cultura, tradición y religiosidad, que conjuntan un rico patrimonio cultural material e inmaterial, capaz de convocar a visitantes del resto de Guatemala y del extranjero para participar de forma directa o como espectadores.
Aproximadamente el 86 % de los visitantes a la Antigua Guatemala durante la Semana Santa son nacionales. Del restante 14 % (de origen extranjero), la mayoría (52 %) proviene de Centroamérica, mayormente de El Salvador, seguidos en orden de importancia por los europeos (18 %) y estadounidenses (17 %). Los cuales arrojan un impacto económico total de alrededor de Q672.7 millones, en tan solo una semana.
Los pobladores locales (considerando únicamente a los mayores de edad) tienen un gasto promedio por persona durante este período festivo, al que acuden una media de 6 días, de Q115.57 diarios.
Por el lado de los visitantes, tanto los provenientes del resto de Guatemala como del extranjero, al sumar todos los componentes de su gasto durante la Semana Mayor, se arriba a un desembolso promedio por visitante de Q260.85 diarios.
De las cifras anteriores se deduce que la Semana Santa antigüeña es un fenómeno económico-cultural altamente costo-efectivo, pues, por un lado, el efecto indirecto que genera el público asistente es más de 62 veces superior a su costo. Y el efecto directo, es decir, los participantes, dejan 165 veces más beneficios que el costo que implica la conmemoración.
Fuente: El valor económico de la semana santa en la Antigua Guatemala. Primer estudio en su tipo a nivel centroamericano, que otorga una visión sobre los fenómenos turísticos y religiosos.
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