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Bomberos Voluntarios de la 127 Cía. fueron parte del primer grupo de rescate en la Zona Cero

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Luego de que los cuerpos de socorro vieran suspendidas las actividades de búsqueda y rescate, algunos miembros del casco negro brindaron su apoyo individualmente.

Carretera News realizó una entrevista con este cuerpo de bomberos sobre lo vivido al realizar su labor en Escuintla. Ubicada en San José Pinula, la compañía vela por este municipio y brinda apoyo a la 69, que atiende la mayor parte de CES. A 15 días de la tragedia, las secuelas son desoladoras para los damnificados.

Germán Padilla, Allan Cifuentes y Ellyn Boteo son tres miembros activos de esta institución. Ellos participaron diferentes días en las labores de rescate en la Zona cero y brindaron su apoyo en los albergues activos. Todos sus demás compañeros colaboraron en sus respectivas áreas.

En conjunto con otros voluntarios e instituciones, Padilla formó parte del primer grupo de búsqueda y rescate, el cual pudo relevar a los compañeros que se encontraban cansados. El bombero comenta que esa noche aún rescataron a varias personas y atendieron a los quemados.

La consternación y el impacto psicológico fueron grandes cuando los héroes nacionales se encontraban en sus labores. El cansancio, hambre y sueño no fueron limitantes, ya que dieron hasta su último aliento para encontrar a más personas con vida, aunque desafortunadamente, no hubo mucho éxito.

La estación, aún sigue siendo centro de acopio.

Complicaciones

Los factores externos, como la falta de acceso al lugar, el calor y el riesgo latente de estar a las faldas del volcán, creaban ambientes tensos. Pero el sentimiento y emoción de rescatar a las personas les daban fuerzas. Boteo agrega que el apoyo de los guatemaltecos salió a luz en este hecho, ya que diferentes instituciones y empresas ayudaron con donaciones de botas industriales para los socorristas, además de brindarles comida, atención médica y apoyo moral.

La unión de un país

“Personas del lugar nos llevaron panes, atol, agua, gaseosas, chuchitos. Fue una escena bastante reconfortante ver a tanto guatemalteco brindando su apoyo en esas circunstancias”, añade Padilla.

Sentimientos de sorpresa invadieron los corazones de los rescatistas al saber que los buenos guatemaltecos dejaron su hogar para dar la mano a los necesitados, ya que todo los que pudieron ofrecieron su ayuda de diferentes maneras.

Iglesias, sin importar su religión, se unieron para apoyar a los damnificados y rescatistas. “La ayuda también estaba enfocada en las personas que estuvimos en la Zona cero, y eso se agradece a todo el pueblo”, agrega el bombero.

Al borde de la muerte

El martes 5 de junio se registró una segunda explosión en el volcán. Quienes se quedaron evacuando a las personas estaban en peligro. El flujo piroclástico pasaba a pocos metros de la ubicación de Padilla y Cifuentes.

“Cuando vi el flujo tan cerca sentí miedo y me dieron ganas de llorar. No sabía si era por temor o porque en mi casa me habían dicho que no fuera. Pero un bombero no acata ese tipo de advertencias”, declara Germán.

En el corazón de los guatemaltecos siempre quedará marcada esta tragedia. Y definitivamente estos héroes siempre estarán presentes para brindar su servicio a la nación, sin importar los peligros que puedan llegar a enfrentar.

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